jueves, 2 de octubre de 2008

NOTA PRELIMINAR


Un Nuevo Sol
nació el primer día del año 1978, sobre la base de doce canciones. El formato definitivo, sobre 50 canciones, logré pergeñarlo en junio-julio de 1982, cuando todavía se luchaba en las Malvinas, y la guerra me sirvió de estímulo para concretar la primera etapa de una vieja y querida idea, que adivinaba difícil pero de la que esperaba grandes cosas.

Todo comenzó cuando empecé a escuchar, en enero de 1968, en la casa de unas amigas adolescentes, hijas de una querida familia que vivía en Maldonado, donde estaba invitada, el disco "Impacto" (No. 15 de Palito, en cinco años de carrera), y encontré canciones que me parecieron de excelentes para arriba (la sorprendente No tengo nada, Tú y yo, Por querer como te quiero, No pisen las flores, Una sonrisa, Quién es usted, La retreta), y le empecé a prestar atención a los discos de Palito. El siguiente que conocí, "El Angel", no me pareció tan bueno, aunque incluía la mítica Corazón contento. Luego, en 1969, me volvió a impactar "El Creador" (con dos cumbres, Conozco una casa y Dios está triste, más Mi mejor amigo, Anoche yo tuve un sueño, Un soñador, Soy amigo de las flores, Qué vas a hacer esta noche), en seguida "Viva la vida" (con Gracias a Dios, Que viva el amor, Libro de quejas) y el sobresaliente "Muchacho de oro" (con las geniales Yo soy un caminante, No me encuentro, ¡Ay, corazón!, Todos los niños del mundo).

A partir de entonces, no dudé que la obra de Palito, con su directo poder de comunicación, llevaba los temas a un gran nivel, por la capacidad de plantear cosas muy sutiles, complejas, de la manera más simple, en una unidad trascendental. Se lo hice saber, escribiéndole tanto a él como a Evangelina, a quien adivino siempre detrás de las creaciones mayores. También escribí a diversos medios de prensa defendiendo la calidad de las canciones de Palito, cuando se cuestionaba. Aunque les escribía desde 1969-70, con Palito llegaría a hablar recién en 1973, y después la charla fundamental fue en octubre del '77, cuando le dije que pensaba ponerme a escribir, porque reconocía en un segmento de su obra un gran trabajo, como respondiendo a una vocación profunda, que daba canciones de singular valor, que redondeaban un mensaje que él parecía estar buscando. Me respondió "Algo de eso hay", y me alentó a esribir. Volví a verlo en el '78, '79, '80, en 1983, en 1997, 2004 y 2005, y a Evangelina la vi una sola vez, en octubre de 1979, en Montevideo, en un camarín del Palacio Peñarol. También en 1999 recibí una carta de ella, muy amable, alentándome a seguir trabajando.

En el '70 había aparecido el excelente "Palito como nunca", grabado en Roma y Londres, y también el bastante menos bueno "Palito No. 21". Entre los dos aportaron: El amor es una canción que no deja de sonar, El rebelde con su causa y Este pobre mundo. En el '71 salió "Ramón Ortega, 'Palito'". grabado también en el Norte, que contenía grandes temas, de los que tomé Mi barco de papel, El que siembra amor, Por el amor aleluya. En el '72 apareció "Felicidades" con a mi gusto sólo una muy buena canción, Yo vivo a la buena de Dios, y en la misma época "El Auténtico", con tres cumbres: Una patada a la verdad, Todo es diferente yVeo a Dios. El terreno estaba listo para las insuperables alturas del '73 y del '74: en "Yo tengo fe" (1973), las canciones Le llaman Jesús, El camino de la libertad, Hoy se me dio por recordar, Silencio para un labrador, Para llegar a ti, Yo tengo fe; en el disco "Un canto a la vida" (1974), Canción de entrecasa, Todas las mañanas le agradezco a Dios, Vivir con alegría, No hay que aflojarle a la vida, Pensá si no tenés la culpa. Luego el '76 trajo el notable "Por siempre Palito", con Hoy que recuerdo mi pasado, Gente simple, Por esa gente Aleluya, Vamos con alegría, Mi dulce mujer. El '78 aportó, de "Me gusta ser como soy", las canciones Salvemos al mundo (creada en conjunto con Lalo Fransen), Elevemos un canto hacia el viento y Me gusta ser como soy. "Autorretrato", en 1979, trajo las notables Autorretrato de mi vida, Que Dios te bendiga hermano, Tu mano sobre la mía, y al año siguiente, 1980, aparece "Creo en Dios" con Creo en Dios más allá de todo y la significativa Con una canción a flor de labios. También aparece en la selección Mirá para arriba, mirá para abajo (otra colaboración con Lalo Fransen), que al principio de los '80 se hizo popular grabada por Katunga.

Así se formó todo el repertorio incluido en el definitivo Un nuevo sol, título que ya llevaba la recopilación (de 12 canciones) del 1º de enero de 1978, tomado de una estrofa de Vamos con alegría (1976): Vamos, no tengas miedo; que allá en el cielo, un nuevo sol despierta ya.

Cuando en 1982 quedó armada la forma definitiva, le envié el trabajo a Palito, y sólo me quedé con la estructura de las canciones y algunos borradores. En 1993 lo saqué del cajón, lo pasé a la computadora, y comencé a trabajar sistemáticamente, dejando que el texto de las canciones me guiara en una investigación teológica para las que mis otros asideros fueron el Catecismo de la Iglesia, en realidad todo el Magisterio, más las obras de San Josemaría, San Juan de la Cruz, Jacques Maritain, Jean Guitton, el Hombre Nuevo de Thomas Merton, las Charlas acerca de la Gracia de Charles Journet, y tantos más autores importantes.

La idea es vincular a través de hiper-texto estas canciones con textos clásicos que significan lo mismo, en diversas disciplinas conexas (Teología, Religión, Literatura, etc.) Hay mucho que hacer. Lo que deseo es que a quienes lo leen les deje algo bueno.


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